No es lo más usual encontrar una bodega en estas latitudes, pero es una visita más que interesante para hacer cuando andes cerca de Colón.
La bodega fue construida en 1874 y fue una de las tantas abandonadas por la caprichosa ley de prohibición que interrumpe en ese entonces varios emprendimientos. Es recién en 1997, cuando se levanta la prohibición, que este proyecto es revivido por sus sucesores. En el año 2003 sus dueños iniciaron la plantación de vid con tres hectáreas de viñedos y se comenzó con la reconstrucción de la bodega, que es la primera en la provincia desde la abolición de esta ley.
Las bodegas Vulliet Sermet se encuentran hoy en día equipadas con la tecnología necesaria para elaborar vinos de alta gama y los vinos Vulliet Sermet han recibido varios premios a nivel internacional.
Este establecimiento cuenta con un servicio excelente de alojamiento en cabañas, que incluye entre otras cosas una piscina junto a los viñedos. También con una casona para realizar fiestas y reuniones empresariales. Ocasionalmente, se realizan degustaciones de vino dirigidas por el enólogo de la bodega, con cena y música.
Allí ofrecen a quienes deciden hospedarse un excelente desayuno y visitas guiadas que comienza a las 11 de la mañana, donde se explica la historia del lugar y los procesos de la vinificación.
Por supuesto la visita incluye una degustación{on de vinos de corte y varietales elaborados por la propia bodega.
Es un lugar muy bonito lugar, acondicionado con cuidado y esmero, donde prima la buena y cálida atención de esta familia.
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