Finalizando el verano la tibieza del otoño se respira y con ello las ganas de hacer recorridos en caminatas o cabalgatas, sin sentirse agobiado por el calor, pasar el día al aire libre, disfrutar del río en una embarcación, todo eso es posible en un solo lugar, el Palmar de Colón,.
El parque en sí es una pieza única de la naturaleza, un territorio extensísimo con arenales generosos surcados por riachos cristalinos. Allí se puede hacer un día de playa, porque es muy seguro y limpio.
Para pasear por el parque hay un sinfín de senderos muy bien señalizados, que se pueden recorrer a pie o en auto. También se pueden contratar canoas para navegar o caballos.
El parque es esplendoroso, muy extenso. En él se visualizan no sólo las palmeras yatay, sino también la fauna: carpinchos, zorros, aves. Hay excursiones con guía, las cuales resultan muy productivas porque todo adquiere un valor extra cuando comienza a ser develado por el relato de los que saben.
Para quienes desean pernoctar existe un camping para alojarse. El lugar cuenta con todos los servicios necesarios: sandwichería, restaurante y diferentes lugares para descansar y tomar unos mates. Posee pabellones de baños públicos, en excelentes condiciones de higiene.
El Palmar, una rica experiencia para disfrutar un fin de semana con amigos o en familia.
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