En el recorrido por la cultura y la idiosincrasia entrerrianas, las rutas de los sabores y aromas se entrecruzan con los senderos artesanales abriéndose paso en el itinerario del turista. Puestos de regionales, exposiciones, restaurantes, licorerías, cervecerías, parrillas y eventos, aparecen en la guía como las principales paradas. Recetas heredadas de los abuelos inmigrantes; elaboraciones autóctonas; creaciones artesanas en diferentes materiales a partir de milenarias técnicas, todo ello hace a la esencia de esta provincia característicamente miscelánea.
Abstraídos en este viaje por las delicadezas, resultan irresistibles los manjares autóctonos que el viajero encontrará en las diferentes ciudades: el asado criollo y el asado con cuero; la cocina en base a pescado fresco a lo largo de la costa del Paraná y el Uruguay; el tradicional alfajor entrerriano; las tortas fritas o asadas en cualquier puestito de pueblo; los productos en base a nuez y miel; el licor de yatay; los dulces y escabeches; los salames, fiambres, chacinados y quesos.
Nadie podría imaginarse que aquellas calles apacibles bajo el sol de la tarde, convencidas por el embrujo de la luna se encenderían en farolas de colores y avivarían el tránsito vehicular y peatonal figurando un aspecto de gran ciudad...