Saliendo desde la urbanizada capital hacia el interior de la provincia de Entre Ríos, el campo inunda el paisaje y cautiva los sentidos. Hectáreas y hectáreas donde todo lo que puede verse es una mancha verde, con retoques marrones, y allá, a lo lejos, tras la hilera de árboles, el casco de la estancia.
Paraná es cabecera de una provincia rural en toda su dimensión, y como tal, explotados sus atractivos históricos, culturales y recreativos, conduce hacia la esencia de su territorio. El atractivo campestre, la cultura rural, la cotidianeidad de peones y patrones, los animales, las costumbres, y la gastronomía excepcional.
Chacras, estancias, casa quintas, aparecen en la propuesta de turismo. Caminatas, cabalgatas, tranquilidad lideran la oferta de actividades. Asados, empanadas, pan casero destacan en el menú. Yerras, domas y guitarreadas completan la cartelera cautivando con su espectáculo.