EcoturismoEn el plano intermedio se cruzan caminos de ripio ensombrecidos por columnas de eucaliptos, y el encanto del arroyo Ayuí Grande, que irá a desembocar en el río, hace de intersección a las dos reservas ecológicas del lugar. Allí, saliendo apenas del área urbana de Concordia, especies animales y vegetales convencen de descubrir otra faceta regional.
Un marco de naturaleza profunda seduce en las afueras concordienses a internarse en bosques frondosos, admirar las bellezas serenas, avistar aves en vuelo, lanzarse en apasionantes safaris fotográficos por parajes singulares… irresistibles para los cazadores de imágenes, contemplar especies autóctonas de fauna y flora. Y si ello puede hallarse disperso por todo el territorio de la ciudad entrerriana, también se lo encuentra aglomerado en el Arca de Enrimir y en el Refugio Capibara, dos propuestas similares y atractivas para vivir el ecoturismo.
Ñandubay, talas, aromitos o espinillos, guayabos de monte, pitangas, cactus, sauces, ibirá-pita, incienso, ceibo componen la muestra vegetal. Carpinchos, halcones colorados, caranchos, búhos, virachos, tortugas, yaguaretés hacen lo suyo como especimenes animales. Y el observador, el turista, el hombre de niño igual que de adulto, encuentra en el entorno natural y sus maravillas una ineludible alternativa de renovación y entretenimiento.
Concordia encamina su propuesta hacia la contemplación arquitectónica y la visita a numerosos sitios dedicados a la conservación de la historia local y regional.
