Entre verdes y marrones, en el extremo noreste de la provincia de Entre Ríos, aparece Chajarí con su apariencia típica de ciudad del interior; dinámica pero distendida, caracterizada por un movimiento principalmente juvenil, no apresurado ni nervioso… relajado, desplegado por el centro comercial y los espacios arbolados.
Murales callejeros son la muestra de la intervención joven en el espacio público de esta Ciudad de Amigos; eso y su presencia en las veredas. Pero nada suprime la serenidad; la nostalgia del pasado en las vías del Ferrocarril; la memoria viva en los dos museos: el histórico regional Camila Quiroga, y el etnográfico Ivy marä ey.
Hacia las afueras, el ripio, las extensas plantaciones de eucaliptos, las quintas de citrus y las elaboradoras de jugos, y en ese entorno el Balneario Camping de Chajarí bañado por las aguas claras del Lago Salto Grande, seduciendo al deleite de dorarse al sol o bastarse bajo la frondosa sombra.
Conducidos por quintas citrícolas respaldadas tras cortinas de pinos; vigilados desde las alturas por eucaliptos de delgados troncos y ramas atiborradas; tomados de sorpresa por el aroma dulzón de las sandías ya maduras...