Dentro de un inmenso delta se hallan la Reserva Ictica Provincial Curuzú Chalí, de 14.000 hectáreas y una cantidad de islas de menor tamaño.
Estas inmensas masas de vegetación acuática, compuestas por camalotes y un entramado de plantas frondosas, propician un ambiente para disfrutar del paisaje y de la pesca con absoluta placidez.