Despuntan turísticamente, de norte a sur, los balnearios de La Paz asomados tras soberbias barrancas; y las playas de Piedras Blancas, cuya gracia natural dibuja un cuadro paisajístico dominado por el sol y el río.
Igualmente atractivas resultan, hacia el centro-oeste del territorio provincial, las propuestas balnearias de Villa Urquiza y Valle María, localidades concentradas en la oferta estival de agua, arena, espléndidas áreas arboladas e infraestructura de camping. Entre ellas aparece la ciudad de Paraná y sus privilegios veraniegos esparcidos en la costanera baja, dos clubes privados, el parque Toma Vieja y las extensas planadas arenosas del Thompson.
Ya girando en la zona de Diamante, las playas blancas se funden suavemente en múltiples tonalidades verdes, y pocos kilómetros más allá, en Victoria, los balnearios se adueñan de la majestuosa ribera, enfrentando a las islas y todo su atractivo.
Verdes en todos sus tonos y texturas se esparcen por el territorio entrerriano llegando hasta las orillas acuosas...